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Esta estatua de Ikigai muestra a Julian Solo, el anfitrión de Poseidón, pasando al ataque en el arco de Poseidón. Su mirada, tan profunda como el azul del océano, brilla con furia mientras arroja su tridente sagrado a Saori, la reencarnación de Atenea. La Diosa de la Sabiduría y el Dios del Mar, enemigos desde tiempos mitológicos, tienen el mismo deseo: ¡terminar con esta guerra y con la existencia de su adversario! El Dios Olímpico viste su tela divina en colores dorados y múltiples reflejos metálicos, cuyos tonos cobrizos y dorados se fusionan con los de su arma favorita. Al igual que su ondulado cabello azulado, descansa sobre un mar embravecido de resina transparente, recordando su condición de Rey y Maestro de los Océanos, ¡capaz de engullir a cualquier oponente! Detrás de él, parcialmente sumergido en el agua, podemos ver un fragmento del pilar Principal Sostén de la Marina del santuario de Poseidón. Este pilar, que presenta el símbolo característico del tridente, ¡Solo puede ser destruido al final, al igual que su poseedor! Decidido a ganar esta batalla mítica, Poseidón tiene la intención de usar la fuerza devastadora de su elemento para atraer a su oponente al mar y ahogar sus esperanzas de victoria.
